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domingo, 13 de abril de 2014

Robalos primaverales.

Ya muchos dieron por terminada la búsqueda de lubinas una vez que el frío de Enero y Febrero nos abandonó, pero aún podemos hacernos con alguna lubina, si bien es cierto que después del desove los mayores ejemplares se retiran un poco y los que se quedan bajan de peso y un poco la actividad, tras el periodo de tanto esfuerzo por el que han pasado en los últimos meses.

Si bien a medida que aumentan las temperaturas las lubinas bajan la actividad, será el cebo vivo y el spinning casi las únicas modalidades que consigan engañar a las astutas lubinas. ¿ Y a surfcasting?  Si vemos que se acerca alguna borrasca, o algún día en el cual el viento sople de cara y nos levante unas buenas rompientes no dudemos en intentarlo a surfcasting, pues seguro que alguna lubina merodeará la zona y podremos tenerla a tiro de nuestros aparejos.

En este caso la jornada fué diurna, comenzando antes del medio día y posponiéndola hasta la caída del sol con la intención de pillar el ocaso que coincidía con el repunte de la marea. El agua estaba fenomenal y el aire comenzó a soplar tal como pronosticaba el parte meteorológico, así que solo quedaba esperar. Como casi siempre, me acompaña mi amigo Lolo en mis salidas de surfcasting, y por primera vez en la temporada robalera disfrutábamos de un buen día de sol, así que como la ocasión lo merecía preparé esa misma mañana una buena fiambrera de ensaladilla rusa y algún que otro  manjar más en forma de jamón serrano y caña de lomo  de Trevélez, el cual acompañamos con el omnipresente tintorro del Lolo que nunca le falta en la nevera jeje. 

Total entre risas y anécdotas fue transcurriendo la jornada con pescado pequeño al principio, en forma de sargos y bailas. A medida que subía la marea se marcaron más peces pequeños, los cuales podíamos devolver sin muchos problemas al agua. Fué ya casi empezando a ponerse el sol cuando tuve la primera picada, saliendo el primer róbalo de la jornada, que si bien no era un xl, ya tenía un tamaño bastante apañado, el cual nos dió ánimos para seguir un poco más. 



Durante una hora hubo mucha actividad, sacando dos róbalos más que fueron devueltos, ya que aunque tenían la talla mínima, no consideré oportuno llevármelos para que sigan creciendo.Tras esos dos tuve una buena picada con lo que parecía ya un xl, que tras unos minutos de lucha se despescó antes de llegar a la rompiente. Mala suerte. Fué reponer cebo y una nueva picada marcaba la presencia de otro buen robalete, el cual dio bastante guerra debido a un escalón que se había echo  a consecuencia del golpeteo de las olas.




Mientras mantenía esta frenética actividad Lolo hacía de las suyas con las bailas, es inexplicable como a mis cañas entraban robalos y a las suyas bailas, cuando todo lo que veían los peces bajo el agua era idéntico en las 4 cañas, Expediente X jeje. 



Tras la puesta de sol Lolo empezó a recoger ya que era Domingo y aún tenía que cumplir con la familia, yo decidí aguantar un poco más, y ya casi despidiéndome de Lolo una nueva picada me marcó otro robalo un poco menor que los anteriores, y que al venir tragado no pude devolverlo al agua de nuevo. Foto de Lolo y me despido de él aguantando en el pesquero una hora más antes de  un buen chaparrón con el que puse punto y final a la jornada sin ninguna picada más.

La humedad del ambiente no permitió una foto de mayor nitidez.

Ya se echaba de menos el solecito de la primavera.
Una vez más buena pesca, buenos materiales Nou Cast y Owner; y  como siempre mejor compañía.
Me despido hasta la próxima, un saludo.